11 DE DICIEMBRE...

     11 de diciembre...

     Son las 14:00 horas y termina un viernes más que cierra otra semana de trabajo.

   En la puerta del colegio están las familias junto a los alumnos a los que doy clases esperando sin marcharse. Algo pasa. Me llaman para que me acerque y, mientras recorro esos cinco metros de distancia, mi mente ha hecho una radiografía imaginaria a velocidad de vértigo repasando la jornada.

  ¿He podido equivocarme en algo y quieren comentármelo? ¿Tal vez una sugerencia sobre alguna cuestión? Lo que transcurre a continuación queda para los allí presentes. 

    ¡No tengo palabras! 

    11 de diciembre...

    Vuestro reconocimiento a mi trabajo es el mejor regalo que se puede recibir en este oficio y es lo que enorgullece a quienes me dieron los apellidos. El primero; Suárez, el de un maestro de escuela ya jubilado en el que me inspiro para hacer lo que intento, enseñar. Mi faro y mi guía. A quien le hurgaba de pequeño entre sus cosas para poder ver sus cuadernos y lo que escribía, a quien observaba cómo limpiaba una pluma y luego probaba su tinta haciendo letras sorprendentes en las hojas de un periódico. El segundo; Jiménez, el de mi madre. Un blog no sería suficiente para poder escribir sobre ella. Mi apoyo y mi amiga. 

    11 de diciembre...

    No hay otro secreto en el mundo de la enseñanza para que las cosas funcionen que la de la formación de un gran equipo entre maestro-alumnos-familias. No es una relación fácil de conseguir porque vivimos en un mundo acelerado donde tener la virtud de ser pacientes ante las cosas resulta complicado y, cuando se consigue, suele ser difícil de mantener ya que cuesta perdonar los errores. Sólo aquellos que la tienen, son capaces de darse la oportunidad de creer en algo o en alguien. 

    Gracias por creer en mi y, sobre todo, por la labor que estáis desempeñando desde casa. Yo seguiré intentando cada día cuidar a este equipo que hemos formado. 

                                                                                                                                          El maestro Paco.